Jerónimo y el amor, una pequeña reflexión sobre la negación de la igualdad
Jerónimo (11 años) - archivo personal
Colombia
es un país lleno de normas, muchas se han ocupado de incorporar convenciones,
tratados y elementos en pro de la protección de las poblaciones más
vulnerables, otras establecen disposiciones para el ejercicio de los derechos, así se puso de moda la palabra igualdad e inclusión y con ella un grave problema
que ha provocado exclusión y discriminación.
Tal
vez muchos no conocen por qué razón debe propenderse por la inclusión que está
asociada a la discapacidad, por eso quiero recordar lo que significa, “deficiencia física, mental o sensorial, ya sea de naturaleza permanente o temporal, que limita la capacidad de ejercer una o más actividades esenciales de la vida diaria, que puede ser causada o agravada por el entorno económico y socia”.[1],
es decir que son diversas las personas sobre las cuales versa este
término, que ha sido secuestrado, pero que debe ser rescatado con extrema
urgencia.
Esta sociedad, que hace marchas por los derechos de unos, pero
provoca vulneración cuando desconoce los de otros, muchos resaltan por el
activismo de desgarradores mensajes en las redes sociales, pero en la vida
real probablemente sean de aquellos, que cuando llegan a un estacionamiento y no
encuentra sitio disponible, utilizan los parqueaderos azules, y aún sin tener
una discapacidad, estar en embarazo, llevar niños o adultos mayores, todo por
su comodidad, esto es un grave problema de inclusión, y falta de educación,
solo por dar un pequeño ejemplo.
Llegamos entonces a Jerónimo, tiene 11 años, solo habla de amor, un niño hermoso,
juicioso, educado, conoce y ama a Dios, y es justamente aquí; donde la inclusión y la igualdad toma un rostro, se apodera de una vida, y nos
trae a esta reflexión, corre y juega como todos los niños, puede en ocasiones llegar a
ser más obediente de las directrices de su mamá, entiende que es lo malo y lo
bueno, un gran bailarín, y es capaz de sacar siempre una sonrisa a quien sea.
Jerónimo se enfrente a una serie de legislaciones que han
decidido cómo vivir su vida, el cómo cualquier niño no lo entiende (muchos
adultos tampoco), pero en algún momento sus padres deberán tomar la decisión de
declarar una interdicción, por contar con discapacidad, sin darle la
oportunidad de verificar si puede o no ejercer responsablemente su capacidad legal cuando sea mayor de
edad. El
con el apoyo necesario, podrá ejercer sus derechos, pero hoy la ley no lo
permite.
Ojalá un día no lejano nazca la ley que termine la deficiencia
normativa en estos casos, elimine la interdicción; le permita a Jerónimo gozar
plenamente de su capacidad legal y contar con los apoyos que sean necesarios
para hacerlo, se propendan los mecanismo para atender su caso particular, y de
todos aquellos que así lo requieran.
Hilda Lorena Leal Castaño
Defensora de Derechos Humanos
@castao_leal
Hilda Lorena Leal Castaño
Defensora de Derechos Humanos
@castao_leal
[1]
Artículo 2.2. LEY ESTATUTARIA No. 1618 de 2013 "POR MEDIO DE LA CUAL SE ESTABLECEN LAS DISPOSICIONES PARA
GARANTIZAR El PLENO EJERCICIO DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS CON
DISCAPACIDAD"