Buen viento y buena mar



Es indescriptible lo que siente una mamá cuando después de 9 meses de gestación escucha por primera vez a su bebé; mi recuerdo de ese instante está intacto, viernes 4 de mayo de 2012 a las 3:10 pm, sin duda alguna se que ha sido uno de los momentos más felices de mi vida. 

Ayer reviví este hermoso recuerdo, llego Federico a este mundo para recordarnos que el amor de Dios es tan infinito, que nos envía estos grandes regalos, los hijos. Cada día que los vemos crecer, determinan un reto, que si bien está lleno de sacrificios, no puede negarse que el premio a esto se encuentra lleno de felicidad.

(Reviva aquí el mundo de Sofía)

Son tantas emociones encontradas, los dolores normales por los cambios en el cuerpo, pero enfrentados a tener el milagro de la vida frente a nuestros ojos; y a pesar de eso no creer que está ahí. Con la mejor sensación en la experiencia de  amamantar, ese nexo y unión de amor con los hijos, no solo alimenta su cuerpo, si no el espíritu de ambos, es ese hilo invisible que jamás se rompe, el hilo del amor.

Federico ha llegado a un mundo que no es fácil, pero eso no es para destacar, ya cada uno de nosotros cuando crecemos vamos descubriendo eso, mi deseo hoy es que sepa desde ahora, que el como todos los seres humanos tiene la mejor oportunidad, el vino a aprender a ser feliz.



(Le puede interesar caja de herramientas)

Yo había escuchado siempre decir que los hijos cambian la vida, para muchos es el fin de las fiestas, disminución de las horas de sueño, incremento en los gastos; y sí, todo eso es verdad, pero no es lo importante. Lo realmente trascendente, es que serás super héroe de alguien, conocerás el verdadero y más profundo amor, te verás en los ojos de una persona que te dirá cuánto te  ama sin pretensión alguna, comenzarás la mejor colección en obras de arte nunca antes vista; y aunque a veces te sientas cansada, será la mejor razón para jamás rendirse.

Bienvenido Federico y todos los hijos que llegan a este mundo, como Co equiperos de nuestra la vida, buen viento y bueno mar.

Hilda Lorena Leal Castaño
Defensora de Derechos Humanos 
@castao_leal


Entradas populares de este blog

Fábrica de culpables

El mundo de Sofía