LA HISTORIA DE OTRA MARÍA
LA HISTORIA DE OTRA MARÍA
El mundo es dinámico y cambiante, todo se mueve alrededor de situaciones diversas sobre las que tal vez no tenemos real conciencia, vamos desgastando el regalo de la vida, algunos haciendo el mal, otros viéndolo hacer sin decir nada, y en general se escucha decir con frecuencia “la vida puede cambiar en un segundo”, y la profundidad de esta afirmación no tiene explicación.
Solo un segundo se toma ganarse
la lotería, abrazar a alguien, quedarse dormido o morir; esto lo sabemos,
entonces ¿qué es lo que pasa con el mundo, que se da el lujo de hacer del
tiempo un desperdicio?, hace pocos días conocí la historia de María, una mujer
de 31 años, madre de un niño de 5; trabaja duro para velar por él y su mamá,
provee el hogar, lucha incansablemente día a día, pero el pasado 7 de junio, un
súbito dolor la sorprendió, y aunque recibió auxilio de inmediato y fue
trasladada a una clínica, falleció.
María se fue, y su historia me impactó
profundamente, no solo por lo que le sucedió, sino porque ahora su familia ha
quedado desprotegida, y pienso tanto en su niño, ¿Qué pasará con el?, nadie lo
sabe aún, lo único seguro aquí; es la misma incertidumbre que produce toda esta
situación.
Quería compartir esta historia, para esta reflexión, y es la de entender que vinimos al mundo a aprender a ser felices, debemos aprovechar cada situación, cada amigo, incluso como hemos aprendido en los talleres para el fortalecimiento de la dignidad humana “Esquemas Mentales Saludables E.M.S.”, a cada entrenador; pero también para interiorizar nuestra propia existencia, y quizá hacer un alto en el camino para ver las cosas mejorar.
A veces no solo se cuenta con la muerte física, como le pasó a María, también se puede matar atropellando la dignidad humana, aprovechando situaciones adversas para hacer el mal, anteponer intereses distintos a la justicia y la verdad, por las perversidades de intereses que solo se encaminan a acabar vidas, pero en todo caso; el tiempo es corto, se va rápidamente quedando muchas cosas por hacer.
Hagamos el bien, eliminemos lo tóxico de la vida, seamos felices, y principalmente no nos olvidemos jamás de Dios.
Hoy de manera especial rindo un homenaje a todas las Marías, a su hijo; y a mi mamá.
Defensora de Derechos Humanos
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