¡Cesó la horrible noche!
Hoy mi hija me
invitó a ver el desfile del 20 de julio, su ánimo y patriotismo me lleno de emoción,
tiene 7 años y ya conoce el amor por Colombia; no pude decir que no, así que
salimos a buscar donde verlo.
Fue emocionante
estar en medio de miles de personas aplaudiendo y gritando “gracias” a los héroes que participaron del desfile, la
institucionalidad vestida de gala, produce un anhelo colosal de ser parte de
esta gran celebración.
Se escuchó
entonar el himno nacional, y esta sensación de alegría que me llegó al corazón, pero en especial esta frase ¡Cesó la horrible noche!, su inmensidad e imponencia, evocan la vida misma.
A veces las
situaciones nos llenan de desesperanza, y olvidamos que todo pasa, todo cambia,
todo termina, cada amanecer es un nuevo comenzar y una nueva oportunidad.
Concentrarse en
los desaciertos hace de la vida una desdicha, y aunque se sienta desfallecer, hay que tomar cada aprendizaje como el motor para seguir adelante, ojalá sin mirar atrás.
(le puede interesa Sembrando justicia y libertad)
Es el momento para dar nuestro grito de independencia, hacer nuestra propia revolución, acabar con
todo aquello que nos quiere robar la Paz interior, ser mejor persona cada día,
y por qué no; dejar de sufrir por la vileza de los demás.
Ratifico
mi amor por esta, mi patria, por el héroe que tengo en mi casa, la alegría que
me produce conmemorar el 20 de julio y la libertad, pero sobre todo la certeza de saber que Dios nos regala siempre
una nueva oportunidad, como dice la maestra, “no crean en mí, verifíquenlo”.
"Más colombiana que nunca"
Defensora de Derechos Humanos