José el soñador
Hoy se ha hecho casi ineludible
la necesidad de meditar sobre la historia bíblica de
José el soñador, un
hombre al que Dios le dio el don de interpretar los sueños, era el hijo más amado, y el más odiado por sus hermanos , al punto que querían asesinarlo a causa de la envidia que le tenían, una atrocidad
que no fueron capaces de cometer, sin embargo terminaron vendiéndolo a unos
comerciantes que pasaron por el lugar, y engañando a su padre haciéndole creer
que José había muerto.
Todo esto nos deja claro que no fue fácil lo que vivió, pero
pasado un tiempo fue comprado por un oficial egipcio, llegando a ser un hombre
próspero, parecía que ya ese pasado tan duro e injusto había quedado atrás, hasta
que fue víctima de una mentira y una falsa acusación de la mujer del oficial,
incriminándolo de un delito que no cometió, por no querer pecar ni faltar a Dios.
Fue enviado
a la cárcel, seguramente fueron duros los momentos que vivió, pero nunca le falto el amor de Dios, ya que él lo convirtió en el segundo hombre más
poderoso de Egipto, además recuperó a su padre, y se supo la verdad de lo que le había sucedido, su hijo menor no había muerto.
José fue un hombre que sufrió la
injusticia por la envidia que despertó en sus hermanos, luego
perdió su libertad, su honor y su dignidad por las mentiras de una mujer que lo
acusaron falsamente de un delito que nunca cometió, sin embargo siempre contó con la bendición de Dios; después toda la humillación que sufrió fue exaltado, situado en
un lugar de poder y admiración.
Lo que aquí sucedió es algo que siempre me conmueve,
porque como a José en nuestro diario acontecer nos
encontramos personas como sus hermanos que quieren asesinar (incluye moralmente) movidos por la
envidia; o quizá personas como la mujer del faraón que con mentiras y falsas
imputaciones pretenden acabar la vida de los demás.
Esto es lo que antecede a un culpable fabricado, quien termina sometido al
sicariato moral, hoy mucho más fácil con las redes sociales, mal utilizadas para
estos macabros propósitos.
(Consulte aqui Fábrica de culpables)
Son varias las reflexiones anteriores que he hecho sobre esto, pero el día a día expone los diversos escenarios en los que la mentira quiere apoderarse de una
vida y destruirla, la falta de pudor y responsabilidad son latentes; pero que todo
aquel que haya padecido este mal, no puede jamás olvidar que Dios lo malo lo
vuelve bueno, la verdad siempre se conoce, y el infame que se beneficia de ella
siempre paga.
Esto es solo para hacer un alto y mirar alrededor y tratar siempre de hacer el bien, obrar de la mejor
manera, porque todos rendimos cuentas, y por más que creamos
que el engaño va funcionado, estamos bajo la vigilancia permanente del Maestro
Jesús, quien aludía constantemente lo que significa trasgredir el 8º mandamiento,
como la “una demostración de malos sentimientos que contaminan al hombre
(Mt. 15:18-19)”.
Jesús vivió en carme propia lo
que significa se incriminado por falsos testigos, recibiendo la pena más
grande, fue condenado a muerte; incluso en su resurrección se dijo
una nueva mentira, pero “Jesucristo, “el testigo fiel y verdadero" (Ap.
3:14), soportó la mentira de falsos testigos con una dignidad real” y el cuida de todos los afligidos.
(Le puede interesar Una decisión)
En Proverbios
6:19 dice “el testigo falso que habla mentiras" es aborrecido por Dios,
al igual que “el que siembra discordia entre hermanos".
Ya
que conocemos todo esto podemos retomar lo que el Apóstol Pablo aconseja:
“Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo;
porque somos miembros los unos de los otros" (Ef. 4:25).
Es necesario usar siempre la caja de herramientas, doy gracias a Jesús por su
infinito amor y misericordia.
Hilda Lorena Leal Castaño
Defensora de Derechos Humanos
Defensora de Derechos Humanos